Personajes de Això no és Suècia con una cara enfadada en medio

TV3 vuelve a pillar por el catalán en una serie

Això no és Suècia no se emite íntegramente en catalán

Això no és Suecia es la novedad de los lunes en TV3. La Televisió de Catalunya no emitirá El Foraster y empezará a emitir la nueva serie dirigida e interpretada por Aina Clotet y coproducida con Televisión Española. Los intérpretes principales son Aina Clotet y Marcel Borrás y la serie narra la historia de una familia que desplaza hasta las afueras de Barcelona, en el monte, para vivir lejos de la ciudad. Allí se encuentran con unos amigos y se implicarán en diferentes proyectos de la escuela.

El lunes pasado se emitió el primer capítulo y el lunes día 4 de diciembre se podrá ver el segundo episodio. Las audiencias del primer día fueron muy buenas, con un 20% de share y cerca de 420.000 espectadores. No obstante, las críticas aparecieron pronto en redes sociales. Los seguidores catalanes consideran que la serie debería ser íntegramente en catalán porque está emitida por Televisión de Catalunya, el medio de comunicación público en esta comunidad autónoma. 

En los capítulos se puede oír catalán, castellano, inglés y sueco. El objetivo es reflejar la realidad de una ciudad cosmopolita, con diferentes lenguas y culturas. Hay mezcla de idiomas, catalanohablantes que cambian al castellano cuando alguien se dirige a ellos en esta lengua, frases catalanas mal traducidas...

Algunos usuarios de Twitter, como Francesc Sabater, han criticado esta iniciativa y piden a los políticos que en TV3 solo se pueda escuchar catalán. De una manera parecida se pronuncian otros seguidores de la serie. 

Inicios de TV3

TV3 nació hace cuarenta años, en 1983 con el firme objetivo de difundir la lengua catalana. Durante décadas, el castellano y las demás lenguas no han existido en los programas de la Televisió de Catalunya. Igual que la inmersión lingüística de las escuelas, la finalidad de este medio de comunicación era difundir la lengua y facilitar su aprendizaje a los recién llegados. Los críticos consideran que este cambio de política es perjudicial para la lengua catalana.