El FC Barcelona se exponía a una prueba de gran nivel en el Parque de los Príncipes de París. El PSG fue su último verdugo en una eliminatoria del KO de Champions, cuando en la temporada 2020/2021 los parisinos apearon a los azulgranas en octavos de final por un global de 5 a 2 y donde Kylian Mbappé anotó 4 tantos.
Y es que el Barça ayer volvía a una eliminatoria de cuartos de final de Champions que no pisaba desde la contundente derrota por 2 a 8 ante el Bayern de Múnich a partido único en la temporada 2019/2020. El Barça llegaba a París tras una travesía por el desierto de 3 temporadas sin saber lo que era jugar unos cuartos de final.
Dembélé marcó y se llevó los zascas en las redes sociales
Uno de los grandes protagonistas del partido era el extremo francés Ousmane Dembélé. El internacional francés, tras 6 temporadas en el Barça, se medía a su exequipo en un partido capital. Dembélé, que pasó bastante inadvertido durante el duelo, anotó el gol del empate a uno, que neutralizaba el primero de Raphinha, y que celebró con mucha rabia.
La efusividad con la que se despachó Dembélé contra su ex equipo molestó a la afición culé que le reprochó vía redes sociales el hecho de que nunca había rendido al nivel que se le esperaba en el Barça y que lo único provechoso que había hecho en la noche de ayer era la de anotar el gol del empate.
En este sentido, el perfil @HoyEnDeportes4 puso: ‘’Dembélé en 50 partidos de Champions que lleva jugados en su carrera ha aparecido 2 veces y las 2 han sido para joder al Barça: - Una fallando el gol cantado contra el Liverpool. - La segunda marcándole al Barça con el PSG’’. Clara muestra del paupérrimo rendimiento del francés con el Barça en la máxima competición continental.
Golpe de autoridad azulgrana
A pesar de que el Barça es el tercer equipo que más veces se ha clasificado para unos cuartos de Champions las últimas 11 temporadas, con 8, solo por detrás de Real Madrid y Bayern de Múnich con 9, los blaugranas sabían que estaban ante un examen de alto nivel. Un mal arranque de segunda mitad donde Dembélé y Vitinha pusieron por delante a los galos, lo que vaticinaba un nuevo naufragio culé en uno de los grandes escenarios continentales.
Pero lejos de achicarse, la reacción del Barça fue de equipo grande. Primero Raphinha tras una buena jugada colectiva anotaba su segundo tanto en el partido y que igualaba la contienda, y ya en el minuto 77 Christensen de cabeza a la salida de un córner ponía el 2 a 3 y dejaba helada la afición local.
El Barça dio un puñetazo encima de la mesa en París para dar un aviso a navegantes de que el equipo está para competir la Champions con los mejores, en un partido muy completo de los de Xavi Hernández que consiguieron anular a Mbappé y desconectarlo del partido, colmando una gran actuación en un escenario inmejorable como era el Parque de los Príncipes.