Como desgraciadamente sucede con tantas y tantas figuras televisivas, o con muchos actores y actrices, el programa Espejo público de Antena 3, acaba de hacer pública la situación actual de una figura icónica de la televisión de la década de los noventa.
"Se ha convertido en un juguete roto de la televisión", ha señalado la presentadora Gema López. A sus 74 años parece que ya nadie se acuerde de Regina dos Santos, pero lo cierto es que la cantante y bailarina brasileña afincada en España, vivió una época muy exitosa que la llevó hasta la fama.
REGINA DO SANTOS "LADY MARMELADE"
Su llegada al país se pudo hacer realidad gracias al contrato que estableció con la sala El Molino de Barcelona. Su éxito en algunos de los característicos espectáculos, junto a su carisma y simpatía, le permitieron hacerse un hueco entre los platós de televisión. Los espectadores más veteranos de TV3, seguro que recuerdan su paso por el mítico "Àngels Casas Show", pero Regina también participó recurrentemente en otros programas, como "La casa por la ventana" y "Por la mañana". Posteriormente, concursaría en el programa "Acorralados", de Telecinco.
Una figura multidisciplinar
Publicó numerosos discos, entre los que destaca "Suena fuerte el tambor" (1995). En su afán multidisciplinar, incluso llegaría a convertirse en actriz, participando en algunas películas, como Ekipo Ja (Juan Muñoz, 2007), Koma (Mari Cielo Pajares, 2011) y Cosmética Terror (Fernando Simarro, 2016). En televisión, apareció brevemente en un episodio de Ventdeplà (2008) y en otro de Farmacia de guardia (1991).
Además del evidente olvido en el que se encuentra desde hace tiempo, la mala racha de Regina dos Santos se ha visto acelerada a causa de un accidente que la ha dejado casi irreconocible y que ha contado ante las cámaras de Antena 3: "He tenido un accidente. Me he caído en la calle. Ahora está más deshinchado, pero estaba muy hinchado. Me caí con las gafas de sol puestas. Sangré como una loca. Me pararon cuatro chicas y llamaron a la ambulancia".
Durante la emisión del reportaje, se puede percibir a una Regina dos Santos muy molesta con algunos de los productores que impulsaron su carrera, los mismos que tiempo después la abandonarían y la ignorarían cruelmente, según las declaraciones de la que fuera un rostro habitual de la televisión. Regina lamenta la actitud de ciertas personas, la poca humanidad que le ha tocado experimentar y la falta de sentimiento alguno por parte de los que creía que la querían ayudar. Sometida a una triste resignación, Regina dos Santos es un nuevo ejemplo del precio de la fama.