Montaje con una imagen del Rey Juan Carlos. A la izquierda un emoticono con un símbolo de restaurante

El NO de un restaurante a Juan Carlos I

El rey emérito español no está acostumbrado a una negativa

Juan Carlos I de España - así es su nombre oficial - lleva años 'exiliado' en Abu Dabi debido a los múltiples escándalos que le cercaban. Su hijo tomó la decisión y nada hace pensar que podría acabar volviendo de forma definitiva. Lo que sí tiene tolerado son visitas puntuales. Unas visitas que, por otra parte, cada vez son más frecuentes. 

En una reciente visita a España, el rey emérito Juan Carlos I experimentó una situación poco común para alguien de su estatus. Durante una escapada a la sierra madrileña, decidió disfrutar de una comida en el reconocido restaurante "Charolés", ubicado en la calle Floridablanca de El Escorial. Sin embargo, lo que parecía ser una tranquila velada gastronómica se convirtió en una anécdota que ha dado mucho de qué hablar.

El restaurante "Charolés" es famoso por su cocido, considerado por muchos como uno de los mejores del mundo. Este plato tradicional es el orgullo del establecimiento y se sirve exclusivamente los lunes, miércoles y viernes. Desafortunadamente para el monarca, su visita tuvo lugar un martes, día en el que el cocido no está disponible en el menú. A pesar de su deseo de degustar el plato estrella del lugar, el restaurante mantuvo su política sin hacer excepciones, incluso para el rey emérito español.

Juan Carlos I, acompañado de un grupo de amigos, se encontró con un cortés pero firme "no" cuando intentó pedir el cocido. "Buenos días, ayer ha vuelto don Juan Carlos a comer a Charolés. Como siempre un gran señor", aseguró Manuel Míguez, histórico propietario del establecimiento. 

Un hombre mayor con traje y corbata roja levantando ambas manos en señal de saludo, rodeado de otras personas que también levantan las manos.
Juan Carlos I saludando | ACN

Ya le pasó a su esposa e hijas

Esta no es la primera vez que miembros de la familia real se encuentran con imprevistos en sus salidas gastronómicas. Meses atrás, Sofía de Grecia y sus hijas, las infantas Elena y Cristina, planearon una comida en un restaurante discreto cercano a la Zarzuela. Al llegar, descubrieron que el lugar estaba cerrado, obligándolas a buscar una alternativa de última hora. Optaron por un restaurante de cocina japonesa en las proximidades, aunque no era su primera opción.

El restaurante

El "Charolés" es un establecimiento emblemático que ha recibido a numerosas personalidades del mundo de la política, la cultura y el espectáculo. Además de la familia real, figuras como Esperanza Aguirre, José María Aznar, Camilo José Cela, Penélope Cruz y Mario Vargas Llosa han disfrutado de su cocina. El restaurante se enorgullece de mantener sus tradiciones y estándares, lo que ha consolidado su reputación a lo largo de los años.

La anécdota ha generado diversas reacciones en la opinión pública. Algunos interpretan el "no" que recibió el rey emérito como una señal de que las normas se aplican por igual a todos, sin importar su rango o fama. Otros ven en la actitud de Juan Carlos I una muestra de humildad y respeto hacia las políticas del establecimiento. ¿Realmente se lo tomó bien? ¿Es un gesto 'campechano' o la realidad es otra y sí se enfadó?