Ya hace seis años que el rey emérito español decidió poner tierra de por medio ante los crecientes escándalos. Decidió... o decidieron por él. Juan Carlos I se iba a Emiratos Árabes y allí sigue. Su hijo no quiere ni oír a hablar de un regreso para instalarse definitivamente en España. No obstante, los viajes del emérito son constantes, muchos de ellos sin que la opinión pública tenga conocimiento de los mismos.
Unos viajes de ocio en los que aprovecha para ver a sus fieles y disfrutar de sus aficiones como la caza o la vela. Últimamente viene más y ya ha avisado que aumentará este ritmo de visitas a su círculo de amistades. Así lo cuenta la periodista Sandra Alarno. “Círculo que cuenta con él para todas las cacerías que están organizando para este año, él les ha confirmado que aquí estará todas las veces que se cuente con él. Son distintas citas y el rey Juan Carlos ha confirmado que estará con ellos. Es posible que no nos enteremos pero va a estar aquí mucho más de lo que ha estado en muchos años”, asegura.
Pero esto no es lo peor. El último movimiento de Juan Carlos I ha despertado preocupación en círculos cercanos a la monarquía. Durante una conversación privada, el rey emérito compartió con amigos íntimos y empresarios su inquietud sobre el futuro de su hijo, Felipe VI, y de la monarquía en general.
Según la citada periodista, "Juan Carlos estaría muy preocupado por el estado de su hijo y la salud de la monarquía. De ahí ese mensaje que quiere transmitir a los pesos pesados de la sociedad española".
Juan Carlos, a pesar de estar retirado de la vida pública, sigue queriendo manejar los hilos. Aunque la relación con su hijo no es buena, ha decidido priorizar la corona.
En sus palabras, Juan Carlos insinúa que podrían producirse cambios importantes en el futuro y que, para asegurar la continuidad de la institución, será necesario un esfuerzo conjunto. Según algunas fuentes, el rey emérito ha manifestado que las tensiones actuales, tanto dentro como fuera del país, son más complejas de lo que parecen a simple vista.
¿Estrategia?
Aunque ha mantenido una presencia discreta desde su exilio en los Emiratos Árabes Unidos, parece decidido a participar en eventos sociales, sobre todo aquellos ligados a sus antiguos círculos de amistades y conocidos. Entre los eventos más comentados, se incluyen varias cacerías y reuniones privadas, en las que podría tener la oportunidad de ejercer cierta influencia o de, al menos, seguir de cerca los acontecimientos que rodean a la Casa Real.
Este último movimiento del rey emérito no pasa desapercibido y aunque a priori tiene como objetivo proteger a su hijo no ha sentado bien en Zarzuela. Quien más suele sospechar de este tipo de movimientos es Letizia Ortiz. La Reina española nunca ha tenido buena relación con su suegro y la antipatía es recíproca.