Mujer pensando sobre la pasta y logo de la OCU

La OCU avisa de cuál es la mejor pasta que puedes comprar: ideal para cenas o comidas

La pasta es uno de los alimentos que más se consume, por lo que es importante conocer todos sus beneficios

La pasta es un alimento básico de nuestra alimentación. En cualquiera de sus tipos, nunca falta en ningún hogar y pocas personas pueden decir que no les gusta. Pero eso no significa que todas las variedades de pasta que existen sean igual de buenas.

La OCU ha hecho un estudio para explicar las peculiaridades de cada tipo de pasta. La más conocida es la pasta seca, que es la que está hecha de sémola de trigo, en seco es firme y es color amarillo. Aun así, hay otras variedades que merece la pena conocer para ver cuál se ajusta más a nuestros gustos.

¿Qué tipos de pasta encontramos en el supermercado?

Partiendo de que la pasta clásica es la que te hemos mencionado, podemos encontrar diferentes variantes. En estas se utilizan ingredientes diferentes para ofrecer una mayor variedad. En este caso, además, también se hace posible que personas que no pueden comer la pasta básica por ser celiacas, no se queden sin poder comer la pasta.

Pero nada mejor que conocer las características de cada una de ellas para conocerlas mejor. Por eso, la OCU ha hecho un apartado en el que explica cómo son. Así podrás escoger la que más te guste sin problemas.

Montaje con una mujer pensando y pasta y pan en el fondo
Escoger una buena pasta es imprescindible para una alimentación saludable | Mix and Match Studio, Getty Images

1. Pasta con huevo

Este tipo de pasta se hace poniendo tres huevos enteros por cada kilo de sémola. Por eso, se consigue que tenga un color amarillo más intenso y la textura sea más fuerte. Esto último lo podemos notar perfectamente cuando lo comemos.

Los nutrientes también cambian con respecto a la pasta normal, ya que en este cao encontramos más proteínas y grasas. Asimismo, también es importante mencionar el aporte de vitaminas A y D. El gran inconveniente de la pasta al huevo es el precio, ya que suele costar el doble que la normal.

2. Pasta integral

La pasta integral tiene una característica que la diferencia de la normal, y es que en su composición tiene que poner sémola integral de trigo duro para que sea integral. Siempre junto y nunca separado. Otra de las diferencias es que en este caso estamos hablando de una pasta que tiene una mayor cantidad de fibra.

Los precios en este caso pueden variar bastante dependiendo del cereal que se utilice o de la marca. Por suerte, hace tiempo que las marcas blancas quisieron incluirla dentro de su surtido. Por eso mismo, no hace que paguemos el precio de las grandes marcas, ya que tenemos opciones más económicas.

Montaje con unos espaguetis sobre la mesa y un plato de pasta
La pasta integral es una muy buena opción | Getty Images Signature

3. Pasta con verduras

Para preparar esta pasta se hace una mezcla de la sémola con las diferentes verduras que se quieran utilizar. Esto se puede ver perfectamente en los colores que esta tiene finalmente, como el verde de las espinacas o el rojo del tomate. Aun así, no tiene la suficiente cantidad de verduras como para que pueda sustituirlas en nuestra dieta.

En este caso, sí que influye el reclamo de que tiene verdura a la hora de ponerle el precio. Y es que en las marcas más conocidas el precio es bastante elevado. Aun así, tenemos la suerte de que también las marcas blancas han querido sacar su propia versión al mercado.

4. Pasta sin gluten

Para quienes son celiacos, consumir pasta normal es imposible, pero por suerte tienen opciones sin gluten que sí que pueden consumir. El mayor problema que encontramos en esta es el precio, como ocurre en otros muchos productos sin gluten. No es tan accesible, pero se convierte en un gasto obligado si los celiacos quieren comer pasta.

Sí que es verdad que volvemos a encontrarnos con marcas blancas que la incluyen en su surtido. Esto abarata un poco el precio, pero queda lejos de lo que cuesta la pasta normal. Donde no encontramos diferencias es en sus nutrientes, ya que estos son similares a los de la pasta corriente.

5. Pasta de legumbres

Otra opción para las personas con problemas con el gluten es la pasta de legumbres, ya que muchas no tienen esta proteína. Hay muchas opciones en el mercado, pudiendo escoger variedades como lentejas, garbanzos o guisantes. Eso sí, para mayor seguridad si eres celiaco, mira la composición por si hubiera alguna mezcla que te afecte.

Montaje con un plato de pasta y una cuchara y varias legumbres en un circulo
La pasta de legumbres es una alternativa a la pasta tradicional | Getty Images

En este caso, es una parta que tiene un aporte alto de fibra, aunque no puede sustituir a una ración de legumbres. Por otro lado, este tipo de pasta es cara, incluso más que la pasta sin gluten. Como indica la OCU, puede llegar a costar hasta tres veces más.

6. Pasta de arroz

Este tipo de pasta se encuentra, sobre todo, en los platos de comida oriental. Está hecha principalmente con harina de arroz, aunque a veces se le pueden incluir tanto cereales como vegetales. Visualmente es una pasta larga, final y su color se podría decir que es prácticamente transparente.

Los fideos de arroz también suelen recibir el nombre de noodles, por si te suena más. Aun así, lo que no cambia, los llames como los llames es el precio que tienen. Y es que son más caros que la pasta tradicional, por lo que tendrás que pagar más si optas por ellos.

7. Pasta negra

Esta pasta merece mención aparte, ya que no se puede incluir junto al resto, ya que en muchos lugares está calificada como una pasta gourmet. A la vista está el precio que tiene puede llegar perfectamente a los 10 euros el kilo.

El color que tiene esta pasta viene de la tinta de calamar que se utiliza para teñirla. De ahí que su nombre a la hora de comercializarla sea "all nero di sepia". Esta tinta, en verdad, nutricionalmente no tienen ningún valor, pero no quita que en otros aspectos sí que sea un añadido interesante.