Montaje con una imagen de sanidad pública. A la derecha una imagen con una mujer indignada

Una paciente acude a un CAP y comprueba cómo de horrible está la sanidad catalana

La indignación ante una experiencia inadmisible

El pasado 26 de abril, una usuaria catalana de X (Twitter) cuyo perfil es @madovi11957, publicó un tuit mediante el cual manifestaba su enorme indignación ante el Gobierno de la Generalitat por el humillante trato recibido en el CAP situado al lado del Hospital de la Vall d'Hebron, en Barcelona.

El tuit en cuestión contextualizaba unos hechos que evidencian la grave situación sanitaria catalana: "Hoy hemos ido a la enfermera del CAP x hacer un cuidado en la herida del dedo de mi marido. La enfermera nos ha pedido que, por favor, el lunes lleváramos  Betadine Gel xq ya casi no le quedaba y la herida lo requiere y ya les han dicho q no lo repondrán más. @govern sois unos merdosos".

De indignante se puede valorar este episodio acontecido en uno de los numerosos CAP del país. Lo peor de todo es que esta situación no es nada excepcional, siendo muchos los casos de pacientes que han salido de su visita peor de como han entrado, por la impotencia con la que el servicio de enfermería comparten la realidad de un sistema sanitario que hace aguas por todos lados. 

Quejas al gobierno de la Generalitat

Siguiendo el hilo de este tuit, la misma usuaria ha manifestado su total admiración por los trabajadores del CAP en cuestión, destacando su compromiso y profesionalidad. Toda su ira, como la de tantos y tantos ciudadanos, va dirigida a un gobierno que parece inmune a las quejas y al desconcierto con el que los profesionales del sector deben lidiar diariamente, además de ser los únicos receptores de las justificadas quejas de los pacientes:

La indignación y frustración de esta usuaria coincide con las de muchos pacientes que deben asumir una realidad esperpéntica e indignante. En el mismo hilo de la publicación, se pueden advertir tanto mensajes de apoyo a la situación expuesta, como a la certificación de que hemos llegado a una situación de verdadero desastre:

Según el Servei Català de la Salut, cada ciudadano catalán tiene asignado un centro de atención primaria (CAP), donde un equipo de profesionales de la salud le atenderán y derivarán, en su caso, a los servicios de atención especializada, como las pruebas diagnósticas o las consultas con determinados especialistas.

Además, exponen que CatSalut garantiza la atención sanitaria de cobertura pública a la ciudadanía de Catalunya. Para que los servicios sanitarios de las diferentes líneas asistenciales lleguen a todos de manera efectiva y con calidad, dispone en todo el territorio de una red de centros que constituyen el sistema sanitario integral de utilización pública de Catalunya (SISCAT): centros de atención primaria, consultorios locales, hospitales, centros sociosanitarios y centros de atención a la salud mental.

Partiendo pues de estos postulados oficiales, la asistencia a cualquier CAP del país debería garantizar unos cuidados mínimos y la disponibilidad de los materiales adecuados para las curas necesarias. Este sistema sanitario integral debería ser una prioridad, evitando así episodios tan dantescos como el aquí expuesto.