Una gran cantidad de scooters eléctricos estacionados en un área cercada junto a una pared de ladrillos.

El problema de una ciudad catalana con los patinetes: 'Es una locura'

Esta localidad acumula un grave problema con este tipo de transporte que se ha hecho popular en los últimos años

El depósito de vehículos de Santa Coloma de Gramanet no tiene prácticamente espacio para almacenar todos los patinetes eléctricos que requisa la Policía Local. Actualmente hay 396  y sus propietarios prefieren abandonarlos que pagar las tasas por recuperarlos. Además, en la mayoría de los casos son aparatos fraudulentos que han sido manipulados para circular a velocidades muy superiores a la permitida. "Es una locura", se lamenta la alcaldesa, Mireia González.

El Ayuntamiento quiere poner sitio a estas prácticas para garantizar la buena convivencia en la vía pública entre los diferentes tipos de usuarios, mientras trabaja en una modificación de las ordenanzas que permita trasladar los vehículos de movilidad personal abandonados a las plantas de reciclaje.

Si la grúa retira un coche en la calle en Santa Coloma de Gramenet, el propietario tiene dos meses para recuperarlo, previo pago de la multa y tasas de depósito correspondiente. Si no lo hace, el vehículo se va a una planta de desguace y reciclaje.

Un problema con la normativa

Sin embargo, con los patinetes eléctricos hay un vacío normativo que impide hacerlo. Este 'nuevo' tipo de vehículo no está incluido en las ordenanzas municipales y hasta que no se hagan las modificaciones necesarias, el Ayuntamiento debe ir acumulando al depósito de vehículos.

Este factor, combinado con el auge del número de patinetes eléctricos llamados, hace que se acumulen ya cerca de 400. Los últimos han llegado este mismo jueves y los operarios del equipamiento ya trabajan en la ampliación del espacio destinado en los patinetes, que ha llegado al máximo de su capacidad.

Una fila de patinetes eléctricos estacionados en una acera, con edificios residenciales al fondo.
Los patinetes en el depósito municpal | ACN

La alcaldesa de Santa Coloma, Mireia González, asegura que la persecución de este tipo de prácticas es una prioridad para la Policía Local: "Los patinetes han transformado y facilitado la movilidad, pero debemos asegurarnos de que la convivencia es buena con el resto de ciudadanos".

González explica que en Santa Coloma se hace "mucha vida en la calle" y que los distintos usos deben ser "compatibles" para garantizar el bienestar de la ciudadanía. Para la alcaldesa, esto no es posible si hay vehículos que doblan la velocidad permitida y, además, lo hacen en entornos de prioridad peatonal.

En los últimos días, la Policía Local ha interceptado vehículos con trucajes "creativos" que permitían que los patinetes,  limitados a una velocidad máxima de 25 km/h, lleguen a puntas de velocidad de hasta 70 km/h. "Esto no puede ser", espetó la alcaldesa.

El pasado mes de abril se interceptó otro que alcanzaba los 111 km/h  ya principios de este mes de septiembre trascendió también la muerte de un conductor de patinete eléctrico, también manipulado, que perdió el control del vehículo cuando circulaba a gran velocidad.

Una ordenanza metropolitana

Por otra parte, González también ha hecho un llamamiento para poder establecer una ordenanza de movilidad de alcance metropolitano que regule cómo debe ser el uso de los vehículos de movilidad personal en ciudades como Santa Coloma, Badalona o Sant Adrià con el objetivo unificar criterios.

Si patinetes manipulados requisados ​​hay 400, dice González, infracciones de circulación hay "muchas más". Según la alcaldesa, falta mucha concienciación y pedagogía sobre el uso de este tipo de vehículos para poder realizar un uso responsable en las ciudades.

Actualmente, Santa Coloma de Gramenet no tiene ordenanza propia de movilidad que recoja esta casuística y sólo puede sancionar a los vehículos que se saltan el código de circulación. "Debemos ponernos de acuerdo para hacerlo en paralelo", reclama la alcaldesa colomense.