Montage con De Light en zona mixta y arriba a la derecha un círculo con el colegiado polaco Marciniak

La confesión de De Ligt tras el Real Madrid – Bayern que demuestra la chapuza arbitral

El central neerlandés se sinceró después del partido alegando el error arbitral

El central del Bayern DE Múnich, Matthijs De Ligt, fue protagonista en la última acción del partido de vuelta de Champions League contra el Real Madrid en el Santiago Bernabéu. De Ligt anotó en el minuto 107 de partido el gol que hubiese forzado la prórroga y que fue anulado por el colegiado.

La polémica nace de que antes de golpear el balón al fondo de la portería el colegiado principal del encuentro lo anuló a instancias de su asistente, sin deja proseguir la jugada como se suele hacer para que luego el VAR dictamine la acción. Es, precisamente, lo mismo que se hizo con el segundo gol de Joselu.

La indignación de De Ligt

Ante el agravio comparativo entre lo que se hizo con el gol en posible fuera de juego y que se dejó terminar la jugada para que el VAR decidiese, no se hizo lo mismo 4 minutos después con el gol de De Ligt. Una situación dantesca ya que puso de relieve que la norma arbitral no se aplicó de igual manera para un equipo ni para el otro. Saliendo perjudicado, claramente, el Bayern de Múnich.

Ante el mosqueo de De Ligt al terminar el encuentro, el central neerlandés se sinceró diciendo que: "Si es fuera de juego, pues es fuera de juego. Pero hay normas en el fútbol, y la norma dice que, si no es fuera de juego claro, y éste no lo es, tienes que dejar acabar la jugada. Creo que es un error gravísimo".

El zaguero del equipo bávaro no salía de su asombro al afirmar que: "Si es fuera de juego o no yo no lo sé, pero tienes que revisarlo después. Si no llegas a revisarlo, ¿cómo puedes saberlo? El segundo gol de Joselu también es casi fuera de juego. Y si hubiese pitado, la jugada hubiese quedado anulada. Ahí está la diferencia. Es una vergüenza".

El juez de línea, Mazraoui, se sinceró con De Ligt

El protagonista de la última acción del choque fue el juez de línea Mazraoui que le reconoció a De Ligt que había errado levantando el banderín antes de dejar finalizar la acción. En este sentido, De Ligt desveló que: "Me ha dicho 'lo siento, he cometido un error".

De Ligt, muy enfadado con el desenlace y la decisión de los colegiados sentenció que: "No soy el tipo de persona al que le gusta buscar excusas para una derrota, pero creo que si la regla existe hay que cumplirla".