Montage con el estadio José Zorrilla de Pucela y Shoji Jo jugando con el Real Valladolid a la izquierda y arriba a la derecha un círculo de Shoji Jo en la actualidad

Shoji Jo, un japonés en una de las mejores épocas del Valladolid

Jo se convirtió en el primer futbolista nipón en jugar en la liga española

La presencia de futbolistas de lugares exóticos ha ido aumentando con el paso de los años en la liga española. Pero allá por el año 2000 y con un Real Valladolid que venía de hacer una temporada muy buena compitiendo en Europa, no era tan usual. Y más, encontrándose en un lugar de la mancha de cuyo nombre no quiero acordarme.

Añadido a esto, Japón por aquel entonces no entraba en las quinielas como favorita a llevarse ningún título a nivel mundial, ni sus equipos eran grandes referentes en el mundo del fútbol. En un país donde el fútbol estaba en un proceso incipiente de desarrollo aconteció algo que dejó perplejos y asombrados a muchos.

La llegada de Shoji Jo a Valladolid

Shoji Jo rompió el hielo y aterrizaba a España en marzo del año 2000, convirtiéndose en el primer jugador japonés que llegaba a la liga española. El Valladolid se hacía con la cesión del nipón que venía de anotar 55 goles en 77 partidos con Yokohama Marinos. El paso por pucela de Jo fue breve, pues solo disputó 15 partidos en los que anotó 2 goles. Pero dejó una huella imborrable en aquel equipo dirigido por Gregorio Manzano.

La llegada de Jo supuso un desembolso de 400 millones de las antiguas pesetas por hacerse con su cesión. Aunque a su llegada a España prometió un gol por partido, el veloz jugador nipón solo fue capaz de anotarle dos goles al Real Oviedo.

Jo era un delantero menudo, rápido, veloz, con muy buen regate en el uno contra uno. Un futbolista capaz de desbordar por banda derecha y, a su vez, de asociarse por el centro  buscar el golpeo de balón a portería. Jo era un futbolista muy sacrificado en labores defensivas, con constantes ayuda a sus compañeros en la persecusión de la marca.

Jo se ceñía a la escuela nipona de ser muy disciplinado tácticamente, y no perder nunca el orden en su línea atacante. Percutía por la banda y desequilibrava a su oponente con el balón en los pies o atacando el espacio. Un futbolista muy completo que nos dejó los primeros destellos del fútbol japonés que más tarde veríamos.

El doblete de Shoji Jo

Shoji Jo, fue uno de los abanderados del fútbol japonés

La llegada de futbolistas de otros continentes, más allá del europeo, no era la tónica habitual. Y Jo rompió muchas barreras en el año 2000. Su carrera fue prolífera ya que fue internacional con Japón, con quien disputó 35 partidos oficiales en los que anotó 7 goles.

Entre los eventos más importantes en los que Jo fue partícipe están los Juegos Olímpicos de Atlanta de 1996, la Copa Asiática 1996, el Mundial de Francia 1998, donde fue uno de los futbolistas más destacados de su selección, y la Copa América 1999.

Fue un icono en su país por ser de los primeros que dieron el salto de continente y fue abanderado de una selección, aún muy desconocida por el público en general, que empezó a dar destellos de un fútbol más trabajado y de mayor nivel que antaño.

Vuelta a Japón y su retirada en Yokohama

Tras su vuelta a Japón después de la corta experiencia en el Real Valladolid, Jo se volvió a unir a las filas de su club de propiedad, el Yokohama Marinos, donde disputó 29 encuentros y anotó 4 goles. Tras un paso fugaz por el Vissel Kobe, Jo acabó su carrera en Yokohama donde disputó 151 partidos y anotó 44 tantos, poniendo punto final a su exitosa carrera en el año 2006.

Se retiraba una de las estrellas e iconos en su país por ser el primero en cruzar el continente y aventurarse en una liga lejana y de alto nivel, algo que 24 años después lo vemos como algo natural pero que en aquel entonces no lo era.

Jo, y el impacto en Japón

Una de las consecuencias de la llegada de Jo a España fue, sin duda, el impacto económico y mediático que tuvo en Japón. Por un lado, las televisiones japonesas pagaron mucho dinero para hacerse con los derechos de los partidos del Valladolid y del resto de partidos de la liga.

Además, la llegada de Jo propició la disputa de varios partidos amistosos que conllevaron un ingreso importante de dinero. Y, por último, la llegada de muchos aficionados nipones que pagaron entradas para ver a su ídolo jugar con la camiseta del equipo pucelano.

Tanto los diferentes medios de comunicación del país del Sol Naciente como aficionados a la estrella mediática de Jo recorrieron toda la ciudad de Valladolid, visitaron cualquier vestigio histórico de la cultura de Castilla y león y dejaron una buena suma de capital monetario en la región, y todo por el efecto que tuvo Shoji Jo.

Su vida tras la retirada

Actualmente, Jo es colaborador y comentarista de una cadena de televisión japonesa mediante la cual analiza todos los partidos de la liga japonesa, así como de otras competiciones internacionales. Su reinserción en el periodismo lo combina con la faceta de director deportivo de la academia japonesa del Inter de Milán, además de ser el manager del Hokkaido Tokachi Sky Earth.

Julio Salinas, con quien coincidió en Yokohama Marinos, llegó a decir que Shoji Jo ‘’es un Dios en su país’’, y es que el mismo Jo reconoció que el fútbol japonés de principios de siglo XXI aún era una disciplina deportiva en pleno desarrollo. Jo, sigue muy de cerca la liga española y, en especial, a un futbolista que lo tiene enamorado.

El efecto Take Kubo

Take Kubo, ingresó en las categorías base del FC Barcelona en el año 2011. Kubo prometía ser uno de los mejores jugadores de la historia de su país, y comparte con Jo su paso por Yokohama Marinos en el año 2018. Ya con la mayoría de edad Kubo fue adquirido por el Real Madrid, y allí empezó su periplo por varios equipos de la liga española como Mallorca, Villarreal, Getafe o la Real Sociedad.

Kubo encandila a muchos seguidores del país del Sol Naciente, y uno de ellos es el propio Jo. En una entrevista en el diario Marca, Jo no escatimó la ocasión para ser crítico y exigente con el crac japonés afirmando que: ‘’En mi opinión, parece que el juego cooperativo de Kubo con otros jugadores no está funcionando bien.

Para que sus cualidades sean bien utilizadas por el equipo nacional japonés necesita ser más preciso y coordinado con los otros jugadores, eso va a llevar tiempo. Tiene un gran nivel individual, así que estoy deseando verle en el futuro’’.

Kubo es todo un icono en su país, pues el futbolista de Kawasaki acumula 34 partidos vistiendo la elástica nipona con la que ha anotado 4 tantos. Kubo es el presente y futuro de una generación de futbolistas japones que han aflorado gracias a la profesionalización del fútbol en su país.

La consolidación del fútbol japonés y la huella de Jo

Más allá de Kubo, muchos son los japoneses que están triunfando en Europa como pueden ser Zion Suzuki, Kaoru Mitoma, Wataru Endo, Ritsu Doan o Junya Ito entre otros.

Desde la llegada del fenómeno Jo, el fútbol japonés no ha hecho más que crecer, y muestra de ello es que a partir de aquel año 2000 en adelante, Japón ha sido capaz de llegar a octavos de final de 4 Mundiales, y ha conquistado en 4 ocasiones la Copa Asia. Algo insospechado e inhóspito antes del inicio del nuevo siglo.

Un camino en dirección ascendente que en su día abrió Shoji Jo y que sirvió para que el fútbol japonés estuviese en el escaparate mundial. 24 años después se puede decir que Jo fue un adelantado a su tiempo, fue quien abrió la veda de un desconocido fútbol asiático, y ahora ya son muchos los futbolistas nipones que quieren seguir sus pasos triunfando y logrando éxitos por todo el viejo continente.