Una mujer con una chaqueta amarilla sostiene a un perro que parece estar buscando consuelo.

El perrito agradecido tras ser adoptado: No se separa de ella

Las perreras se encargan de cuidar a los caninos que han sido abandonados

Adoptar a un  perro  significa obtener un tesoro. Su lealtad, confianza  y alegría  que desprenden son unas emociones únicas que tan solo el dueño de una mascota puede sentir. Quien obtiene un canino consigue una razón para acercarse a la felicidad.

Sin embargo, hay personas que los abandonan o los pierden. En los últimos tiempos, es esencial el papel que desarrollan las protectoras  para todos los animales que no tienen dueños. Las redes sociales han querido ayudar a la causa viralizando el #AdoptaNoCompres.

La diferencia entre las dos acciones es muy sencilla. Comprar supone un beneficio económico para el vendedor. Adoptar, en cambio, implica  poner fin al abandono animal  y dar casa a los animales que no tienen una.

El vídeo viral de un perro que abraza a su nueva dueña

En los últimos días, se ha hecho viral un vídeo en las redes sociales sobre la reacción de un perro al ver que es adoptado. El peludo conoce a su nueva dueña y la reacción que tiene es única.

En el vídeo se puede ver al perrito abrazando con las dos patitas delanteras la pierna de la nueva dueña. A pesar de soltarla porque no aguanta más con las dos patas traseras, mantiene el contacto con su cara. La cara de la nueva ama lo dice todo: emocionada y entendiendo la situación.

Una música tierna acompaña el contenido. La publicación ha llegado a más de 130.000 visualizacionesen una semana.

El duro papel de las perreras

La felicidad de los perros es algo que enternece a cualquier persona del mundo. Cuando un ser vivo está indefenso el ser humano tiende a ayudarlo por naturaleza. Lo mismo ocurre con los caninos.

Las perreras acostumbran a ser asociaciones sin ánimo de lucro que intentan paliar el problema de los abandonos caninos. Según la asociación Aman, los ayuntamientos están obligados por ley a recoger los animales vagabundos y tenerlos por un plazo mínimo de 10 días en un establecimiento esperando encontrar a su dueño.

Un perro de pelaje marrón y negro está detrás de una reja de alambre en un entorno exterior.
Un perrito en una perrera | Pexels, Perro

Si la perrera  no encuentra a ninguna persona para hacerse cargo de los servicios del perro, la asociación está autorizada a matar al animal. Periódicamente, las protectoras están obligadas a acabar con la vida de los más veteranos porque no pueden cuidarlos a todos.

Es por ello por lo que se ha viralizado cada vez más el  #AdoptaNoCompres. Una iniciativa que busca en todo momento el bien para todos los perros. Los animales no pueden convertirse en beneficio económico porque, en ese entonces, su vida pasa a un segundo plano.