Una mujer sonriente frente a una tienda Lidl.

VÍDEO Llegan productos nuevos de bollería a Lidl: Solo por tiempo limitado

Gran oferta del supermercado alemán en su sección más dulce

En los últimos años se han tornado habituales las secciones de bollería de producción propia en las grandes cadenas. Y dado el creciente éxito entre sus clientes habituales, los supermercados han ido aumentando su apuesta por este tipo de alimentos a granel. ¿Quién no ha caído alguna vez en la tentación cuando ha pasado por esta sección?

Lidl ahora se ha decantado por lanzar al mercado unos nuevos dos ejemplares de pastas producidas a granel que se antojan más que apetitosas. El primero de ellos es una tierna caracola de avellana. En el paquete, cuyo coste es de 2,19 euros, vienen dos unidades. Sus prestaciones azucaradas son elevadas y hay que tener en cuenta esto, porque su sabrosura y su agradable sabor con toque de avellana la convierten en una pasta muy gustosa que, en caso de agradarnos, repetiríamos con mucha regularidad.

Consumir cada una de ellas supone ingerir más de  300 calorías (323, para ser exactos), además de 20,7 gramos de azúcares. Pese a esto, es recomendable darles una oportunidad si acudimos al Lidl y el estómago nos pide un poco de dulce. Y más, teniendo en cuenta que, durante unos días y de forma limitada, está a precio rebajado.

Bañados de dulce

La segunda opción recomendable son unos  floopys glaseados de fresa y nubes que se venden en unidades sueltas a un coste de 69 céntimos cada una de ellas. Como su propio nombre indica, se trata de un donut glaseado con fresa y con unos toppings añadidos de nube. Delicioso, aunque también con un alto contenido calórico y de azúcares. Como en el caso anterior, son alimentos que se venden recién horneados. 

En este sentido, hay que recordar que, como todo, consumir en exceso este tipo de productos es enormemente perjudicial para nuestra salud. Engordan, provocan enfermedades, aumentan el colesterol, dañan nuestra salud bocal... entre muchas otras negatividades. Sin embargo, también tienen su parte positiva.

Si consumimos este tipo de productos sin excesos y de forma puntual, esto no supone ningún peligro para nuestro bienestar. De hecho, el placer momentáneo que nos aporta disfrutar de su gustoso sabor es beneficial para nuestra salud mental. Además, estos dulces suponen también una fuente de aportación rápida de energía para nuestro cuerpo en situaciones en cansancio.