Señal de advertencia de accidente con un cono de tráfico en primer plano y una imagen de un accidente de tráfico en la carretera en un círculo rojo en el fondo.

Un aparatoso accidente de camión obliga a cortar la C-66

El conductor no ha resultado herido, pero la limpieza de la vía se prevé más lenta del que es habitual

El accidente de un camión cargado con gelatina animal obliga a  cortar el acceso a la C-66 en dirección a Banyoles, justo en su punto donde conecta con la N-II en Sant Julià de Ramis (Gironès). Los hechos han acontecido alrededor de las doce del mediodía cuando el conductor ha perdido el control del vehículo y ha volcado. Como consecuencia del accidente, la carga del camión se ha derramado a la vía, que ha quedado tajada al tráfico, puesto que se trata de un producto peligroso que puede generar que los coches patinen.

De hecho, en la zona hay operarios de Carreteras que están trabajando para limpiar la vía, si bien dan por hecho que el trabajo se alargará más del que es habitual, por el tipo de producto a retirar. En cuanto al conductor: no ha quedado herido.

El peligro de la gelatina animal

La gelatina animal es una sustancia derivada del colágeno presente en huesos, piel y cartílagos de animales como el cerdo y la vaca. Este material es muy valorado en la industria alimentaria por su capacidad de actuar como espesante en productos como golosinas, yogures y postres, además de su uso en cosmética y medicina. Sin embargo, cuando un camión que transporta gelatina animal sufre un accidente, pueden surgir graves problemas para la seguridad vial.

El derrame de gelatina animal, que en muchas ocasiones es transportada en su forma líquida o semi-líquida, genera superficies extremadamente resbaladizas en las carreteras. La gelatina, al mezclarse con el asfalto, se adhiere rápidamente y crea una capa que reduce el agarre de los neumáticos, aumentando significativamente el riesgo de accidentes. Este peligro afecta no solo a los vehículos que circulan en el lugar, sino también a las labores de limpieza, que requieren intervenciones especializadas y demoradas. Dependiendo de la temperatura y las condiciones climáticas, la gelatina puede solidificarse rápidamente o mantenerse en estado líquido, complicando aún más la situación.

Otro aspecto preocupante es el impacto ambiental. Aunque la gelatina no es tóxica en su forma pura, el derrame masivo en ríos o suelos puede alterar ecosistemas locales, especialmente si está mezclada con otros productos químicos utilizados para su transporte o conservación.

La gestión de un accidente de este tipo requiere una intervención rápida para señalizar la zona y controlar el derrame, evitando que otros vehículos sufran colisiones o derrapes. Las brigadas de limpieza deben emplear maquinaria especializada para retirar los residuos sin dañar la carretera ni empeorar la situación. Estos accidentes son un recordatorio de que, aunque muchos productos parecen inofensivos, su transporte puede generar serios riesgos si no se maneja con las precauciones necesarias.